Casi al filo de la medianoche del domingo en Washington, el presidente estadounidense Barack Obama confirmó lo que muchos en su país y el mundo llevaban esperando casi 10 años: la muerte de Osama Bin Laden, el terrorista responsable de los ataques del fatídico 11 de septiembre.
Tras casi una hora de especulaciones sobre su supuesto deceso, que aparecieron en medios y redes sociales, Obama apareció en la Casa Blanca para informar que el terrorista había sido dado de baja en una operación militar en las afueras de Islamabad (Pakistán).
«Estados Unidos condujo una operación que dio muerte a Osama Bin Laden, el líder de al-Qaeda y terrorista que es responsable de la muerte de miles de hombres, mujeres y niños… En una noche como esta podemos decir que se hizo justicia», dijo el presidentetras indicar que en el operativo se contó con la cooperación de las autoridades pakistaníes.
De acuerdo con Obama, el golpe contra la cabeza de Al Qaeda se comenzó a gestar desde agosto del año pasado, cuando recibieron información de inteligencia sobre la posible presencia de Bin Laden en Pakistán.