El sistema de salud en Colombia atraviesa una de sus peores crisis en décadas. Con un modelo que parece colapsar bajo el peso de la burocracia, la falta de financiación y la descoordinación entre actores, miles de pacientes, profesionales de la salud y ciudadanos en general están exigiendo soluciones inmediatas. En medio de este escenario, tres aspectos clave han marcado la discusión reciente: el bajo incremento de la Unidad de Pago por Capitación (UPC), las propuestas de reforma estancadas en el Congreso y el llamado a un cacerolazo nacional convocado por gremios y organizaciones de pacientes para el 29 de enero de 2025.

El bajo incremento de la UPC: Un golpe al sistema

Uno de los puntos más críticos de la crisis actual es el bajo incremento del 5.2% en la Unidad de Pago por Capitación (UPC) autorizado por el gobierno del presidente Gustavo Petro para el próximo año. La UPC es el monto que reciben las EPS por cada afiliado al sistema de salud para garantizar su atención médica. Sin embargo, este aumento ha sido calificado como insuficiente por expertos y actores del sector, quienes argumentan que no cubre siquiera la inflación ni los costos crecientes de los insumos médicos y los servicios de salud. Mucho menos los salarios que amarrados al mínimo subieron 9.5%.

Para los hospitales y clínicas, este incremento representa un desafío mayúsculo. Muchas instituciones ya enfrentan graves problemas de liquidez, retrasos en los pagos a proveedores y dificultades para mantener una atención de calidad. El bajo valor de la UPC podría profundizar estas dificultades, poniendo en riesgo la sostenibilidad financiera del sistema y, lo más grave, la vida de los pacientes que dependen de él.

Las propuestas de reforma: Un debate estancado

Desde que el gobierno del presidente Petro llegó al poder, una de sus banderas ha sido la reforma al sistema de salud. Sin embargo, las propuestas presentadas hasta ahora no han logrado concitar el apoyo necesario en el Congreso de la República. Entre los puntos más polémicos se encuentran la eliminación de las EPS, la creación de un modelo de atención primaria basado en la prevención y la centralización de los recursos en manos del Estado.

Mientras el gobierno insiste en que su reforma busca garantizar el derecho fundamental a la salud y eliminar intermediarios que, según su visión, han desviado recursos y generado corrupción, los críticos argumentan que la propuesta carece de claridad en su implementación y podría generar un caos mayor en el sistema. El estancamiento de estas discusiones ha dejado al sector en un limbo, sin avances concretos y con una creciente desconfianza por parte de los ciudadanos.

El cacerolazo del 29 de enero de 2025: Un grito de desesperación

Ante la falta de soluciones efectivas, los gremios de la salud y organizaciones de pacientes han convocado a un cacerolazo nacional para el 29 de enero de 2025. Esta manifestación busca visibilizar el descontento generalizado frente a la crisis del sistema y exigir acciones concretas por parte del gobierno y el Congreso.

El cacerolazo no es solo una protesta simbólica; es un llamado de atención urgente. Pacientes que no reciben sus medicamentos, médicos y enfermeras que trabajan en condiciones precarias, y hospitales al borde del colapso son solo algunas de las caras de esta crisis. La convocatoria ha resonado en redes sociales y medios de comunicación, convirtiéndose en un espacio de encuentro para quienes sienten que sus voces no han sido escuchadas.

¿Hacia dónde va el sistema de salud en Colombia?

La crisis del sector salud en Colombia no es nueva, pero su agudización en los últimos años exige respuestas inmediatas y contundentes. El bajo incremento de la UPC, las reformas estancadas y el malestar social reflejado en el cacerolazo son síntomas de un sistema que necesita un cambio profundo y bien planeado.

Es imperativo que el gobierno, el Congreso, los gremios y la sociedad civil trabajen de manera conjunta para encontrar soluciones sostenibles. La salud no puede seguir siendo un tema de disputa política; es un derecho fundamental que debe garantizarse sin excusas. El 29 de enero de 2025, las cacerolas sonarán como un recordatorio de que el tiempo se agota y que la crisis no puede esperar más.

Colombia merece un sistema de salud digno, eficiente y al servicio de todos. Al respecto estuvimos hablando en GALERÍA POLÍTICA con el doctor Carlos Valdivieso, miembro de la Comisión Colombiana de Sociedades Científicas, cuya entrevista completa se encuentra en el siguiente video:

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