Por: Rodrigo Saldarriaga*
Sé que ha recibido las más cálidas felicitaciones deseándole la mejor de las suertes y augurándole el más brillante de los porvenires. Su reciente triunfo electoral lo llevó al más alto cargo del departamento que usted ambicionó y que trabajó con toda dedicación. Además usted arrastró con su prestigio al candidato a la Alcaldía de la capital y esto le otorga un doble triunfo en su carrera política. Tiene merecido todo el reconocimiento de los suyos y de los que se agrupan alrededor del vencedor.
La buena educación y la caballerosidad me obligan en este momento a aceptar su mandato como gobernador. Pero lo anterior no me obliga a compartir sus celebraciones ni el jolgorio de quienes van a gobernar y a manejar los destinos de este departamento. Antes, por el contrario, escribo esta nota para lamentar tan equivocada decisión de los electores de Antioquia y de Medellín.
Pareciera como si nuestro país caminara en contra vía de la historia: mientras en el resto del mundo la crítica al neoliberalismo ha llevado a las masas a grandes movilizaciones en rechazo a las políticas de recortes sociales y clamando la independencia a los monopolios financieros que han arrastrado a las mayorías de todas las sociedades a la quiebra, en nuestro país se elige a las más corruptas minorías que han hecho del estado su cueva de Aladino: políticos neoliberales que han hecho girones de nuestra patria entregándola a manos de los monopolios financieros, humillando la dignidad de nuestra soberanía entregándosela al imperio, quebrando a nuestro sector productivo y enriqueciéndose abusivamente con las comisiones, los contratos y las concesiones , mientras que la gran mayoría de nuestra población sufre en las necesidades básicas de la sobrevivencia.
Es usted un preclaro representante de la escuela neoliberal que dio de sí lo mejor en el gobierno municipal al trazar la política de ciudad de servicios en contravía de las necesidades de la población y escindió telecomunicaciones de EPM para abrir las puertas al capital financiero y privatizar parte de los servicios públicos. La alianza en la campaña con el representante de la casa Gaviria no tiene otra explicación de continuar en el Municipio su estrategia y de profundizarla ahora en el Departamento. ¿Cómo explicar que su gerente en la FLA hable de domocratizar la propiedad de la empresa, o sea privatizarla y usted no lo desautorice?
En el primer debate de campaña entraron en cólera cuando los acusé de privatizadores y neoliberales y no les faltó sino jurar que no venderían ningún activo del Departamento. Y no ha corrido ni siquiera el primer día del período y ya, en lenguaje eufemístico, van “a entregar a los antioqueños acciones de la FLA.” No, señor Gobernador, los activos del departamento son de todos los antioqueños, son sus ahorros de muchos esfuerzos y de muchos años, para que ahora usted se los entregue a unos pocos y “buenos antioqueños”.
Queda ahora clara su estrategia de campaña: usted hará lo que tanto maquinó Gaviria en el Departamento y él hará lo que usted planeó para UNE. Una vez más, y es de lamentar, los gobiernos seccionales estarán al servicio de las corporaciones financieras y no de los ciudadanos de estos territorios. Continuarán los megaproyectos de túneles de Oriente y Autopistas de la Montaña para saciar a los comisionistas y concesionarios de las multinacionales y los adoquines y empedrados en los municipios para maquillar la miseria del departamento más inequitativo de este nuestro país, tercero más inequitativo del mundo.
Lo dije en los debates y ahora quiero escribirlo, así quede como una constancia: No hay nada más peligroso para el Estado que un neoliberal honrado, es más peligroso que el peor de los corruptos. Y usted es un neoliberal honrado.
*Excandidato a la Gobernación de Antioquia por el Polo Democrático Alternativo. Director de Pequeño Teatro