Después de los resultados de la primera vuelta presidencial, los ánimos se han crispado en la mayoría de los partidos políticos de cara a la segunda vuelta presidencial en Colombia. En especial en la Alianza Verde, cuya significativa votación no le dio para disputar la presidencia en la nueva jornada electoral del 17 de junio, pero puso a sus poco más de cuatro millones y medio de votos en la mira de las campañas Duque-Ramírez y Petro-Robledo.
La semana pasada, Sergio Fajardo salió a anunciar que votaría en blanco para la segunda vuelta, al igual que Jorge Enrique Robledo. Lo que dejó en una disyuntiva a la dirección del partido que en cabeza de Claudia López, fórmula vicepresidencial de Fajardo, anunció a sus miembros que podrían votar en blanco o por Gustavo Petro, pero de ninguna manera por Iván Duque, so pena de expulsión de la colectividad.
Desafortunadamente para las intenciones de la cúpula de los Verdes, la mayoría de sus votos son de opinión. Es decir, de personas que no militan y no suelen obedecer los mandatos de una colectividad política. Compromiso Ciudadano y el Polo Democrático, que hicieron parte de la alianza, han comenzado a tomar distancia del partido del girasol, bien sea por su claro apoyo a una de las fuerzas que disputa la cabeza del ejecutivo o por su oposición a la intención Verde de control y obediencia.
Intención de control que ha llevado a que los que hace pocas semanas se abrazaban haciendo fuerza por la candidatura de Fajardo para la presidencia, bajo el lema de la esperanza y la decencia, hoy agredan a varios de sus compañeros que han manifestado abiertamente su apoyo a la candidatura de Iván Duque. Eso sin contar las agresiones externas provenientes del lado de la Colombia Humana, que los acusan de tibios o traidores por no sumarse a las filas del candidato del Centro Democrático.
La más reciente discusión en redes sociales se dio entre el reconocido fajardista Samuel Azout y Claudia López, luego de que el primero anunciara las razones por las que votaría en segunda vuelta por la fórmula compuesta por Iván Duque y Marta Lucía Ramírez, al que López no tardó en acusar de no representar al fajardismo e inducir a la confusión. La réplica de Azout no se hizo esperar: “Solo Sergio fajardo, no tú, puede decir que el fajardismo no existe y sólo él me puede pedir que no hable como fajardista”.
Los jóvenes tampoco se han librado de los ataques del llamado fuego amigo. El miércoles de esta semana, un grupo de jóvenes fajardistas se reunión con Iván Duque en la ciudad de Medellín para manifestarle oficialmente su apoyo. Mauricio Cañaveral Ruíz fue uno de ellos. Dice estar convencido de que la opción de Iván Duque es la mejor por su plan de gobierno, su propuesta de progreso y crecimiento, aunque no oculta su malestar respecto a las agresiones: “Hemos recibido los ataques más infames de quienes nos admiraban unas semanas atrás. Claro está, son ataques de fervientes apasionados”, puntualizó.
Así entonces, lejos de disminuir lo que parece venir para esta semana antes de elecciones, es la continuación de los ataques entre los que ayer representaban un frente común de centro e izquierda y que hoy se dedican a disparar ataques a diestra y siniestra, dándole una clara ventaja a la coalición de centro y derecha que ha superado buena parte de sus diferencias, en aras del pragmatismo electoral y de hacer realidad sus postulados políticos. Tal como lo ha demostrado la real politik, “la política es el arte de las alianzas».