Por: Jonathan Rodríguez
El público puede intuir en un nivel emocional si está ante una persona fuerte y segura de sí misma o si se trata de una seguridad ficticia que en realidad muestra una falta de fuerza interior. Hoy por hoy, el término “comunicación no verbal” se ha popularizado de una manera exponencial, lastimosamente algunos la reducen al “lenguaje corporal” otros la confunden con la frívola estética, sin embargo, en la actualidad los grandes líderes políticos mundiales hacen uso de estrategias exclusivas de comunicación no verbal para potenciar su imagen de líderes, mostrarse con autoridad sobre sus contendores, evidenciar que son seguros, fuertes y así aumentar la probabilidad de éxito de sus campañas o en su carrera política.
Pero bien, ¿Qué es la comunicación no verbal? y ¿Cuál es su importancia en la política?, Para la Harvard Psycological School en su artículo The social influence of non verbal communication, la comunicación no verbal es aquel proceso de intercambio de cualquier tipo de mensajes diferente a las palabras, esto es, a través de gestos (lenguaje corporal), signos, símbolos u otro estímulo de esa magnitud, que dan como resultado una respuesta cerebral, ahora bien, es necesario precisar que todas las personas que se dirigen a una audiencia están en constante escrutinio y todo lo que diga a través de las palabras, será decantado a través de un filtro neuronal inconsciente denominado “coherencia”, el cual, evalúa lo dicho por el orador y en aproximadamente 3 segundos, lo contrasta con toda la información no verbal del sujeto, dando como resultado una respuesta: “es creíble” “no es creíble”, “es un líder”, “es fuerte”, “es débil”, “me gusta”, “no me gusta”, “voto por él”, “hay algo que no me convence del todo” etc., además, si la audiencia recibe los mismos estímulos, a través del tiempo se creará la reputación de la persona, es decir, le estaremos dando al cerebro mediante repetición un aprendizaje de asociación: persona A=“líder”, persona B=“débil”, persona C=“poco creíble”, todo esto gracias al poderoso fenómeno de la comunicación no verbal.
Por lo anterior, los grandes líderes políticos del mundo cuidan rigurosamente cada estímulo que envían a la audiencia, para así aumentar la probabilidad de ser percibidos de manera positiva, razón por la que cuidan especialmente de los siguientes canales:
- Visual: toda aquella información que ingresa a través de los ojos del receptor, aquí se encuentra:
- La semiótica del vestuario: Sabiendo que el cerebro decodifica color, forma y textura de la ropa y accesorios, generando una respuesta, aquí se busca utilizar de manera estratégica el vestuario entendiendo que por ejemplo que los colores rojo, negro, azul marino y gris comunican autoridad-poder, de ahí que, jamás encontrarán líderes mundiales que utilicen colores como el café o muchos patrones en la ropa, pues, estos disminuyen la percepción de autoridad, la clave es saber qué colores, formas y texturas comunican autoridad y cuáles no.
- La semiótica personal: el uso de anclajes simbólicos, (objeto, gesto o prenda) que ayuda al cerebro a crear un significado o hacer una conclusión de una manera más rápida y eficiente, permite además, que un candidato sea fácilmente recordado por ejemplo: ¿Político Colombiano que usa turbante? = Piedad Córdoba, otro ejemplo claro es Obama y las fotos que se le toman en un ángulo específico formando una aureola signo de “divinidad” o “poder supremo”.
- Antropomorfología: Indispensable en la primera impresión, pues el cerebro en aproximadamente 3 segundos decodifica forma y proporción del cuerpo de una persona y apoyada en zonas corticales decide si ataca o huye, eso explica porque Vladimir Putin busca posturas que lo hacen ver más grande, por otro lado, es crucial que un político deba saber que la altura inconscientemente despierta la necesidad de realizar gestos de acogimiento a nivel del hombro, es decir dominio, por ello, como consultor, se forma conciencia en los políticos: Si su adversario es de mayor estatura evite los gestos de sometimiento pues estos disminuyen el poder psicológico que usted tenga sobre su espacio personal.
- El lenguaje corporal: El cuerpo envía mensajes captados por la audiencia y decodificados por el cerebro de manera inmediata, se compone de los siguientes aspectos: contacto visual, expresiones faciales, posturas, movimientos de manos-piernas, tacto y proxémica (gestión del espacio), sabiendo ejecutar los anteriores de manera estratégica, un político logra ser persuasivo, comunicar autoridad sobre los demás contendores, disminuir el poder persuasivo de la contraparte (ver imagen), Hilary hace un gesto de dominio-poder-control y Obama usa un gesto de contra-persuasión “te pongo en duda”. Todo esto a un nivel psicológico, esto es, sin mediar palabra.
- Canal auditivo: Toda aquella información que llega al cerebro a través del oído
- Paralenguaje: En resumen es el tono, matices, pausas y ritmos de la voz, con un correcto uso de ella hace que un político pueda conectar a nivel emocional con la audiencia, mantener el interés puesto en el, comunicar autoridad e incluso seguridad.
- Canal Kinestésico: Cualquier información que llegue al cerebro a través de:
a. Conducta táctil o háptica: (Formas en cómo tocamos físicamente a los demás), bien ejecutados, podemos aumentar la persuasión de un político e incluso es el elemento diferenciador entre ganar o perder la autoridad-poder frente a los demás candidatos y la audiencia.
b. Olfativo: (Creación de fragancia personal), el olfato permite generar recordación a largo plazo, es una estrategia excelente para destacar en ambientes donde se necesite crear sinergias o al hacer gestiones diplomáticas al interior de partidos políticos.
El anterior es un panorama muy sintetizado de la sofisticación en temas de comunicación no verbal en el liderazgo mundial, por ello, logran ser eficazmente persuasivos, e incluso si existe una pugna por el poder es fácil reconocer quién es el fuerte, pues, hay coherencia entre estímulos y estrategias para comunicar autoridad, de hecho, esto hace muchos hacedores de política sean fácilmente recordados por sus audiencias, algo totalmente difícil de ver en el panorama Colombiano.