En una operación que llevaba ejecutándose poco menos de un mes, pero cuyos orígenes se remontan a años anteriores en los que el Ejército colombiano fue desplazando a Guillermo León Sáenz, alias Alfonso Cano, del cañón de las hermosas, donde habitó por más de 30 años, hacia espacios menos conocidos y donde tuviese menos apoyo de la población del lugar, fue dado de baja el cabecilla.
Dos perros que acompañaban a Cano, un labrador y un criollo, delataron la presencia del jefe subversivo después de llevar más de 10 horas escondido entre la maleza. El cadáver del heredero del cargo de Manuel Marulanda, alias Tirofijo, fue trasladado a Popayán, su ciudad de origen, donde se espera que lo reclamen los familiares. A Cano se le acusa de ser el autor intelectual, entre otras operaciones, del secuestro de los diputados del Valle y del atentado al Club el Nogal en Bogotá.