NorbertoBobbio
Por Hernán Mira Fernández
Acaba de morir, a los 94 años, Norberto Bobbio, el destacado intelectual italiano y uno de los más grandes en la filosofía política del siglo XX. De él se ha dicho que era un modelo de pensador coherente, siempre fiel a sus ideas en sus palabras y acciones. Y eso lo demostró en sus últimas voluntades, leídas por uno de sus hijos en el Aula Magna de la Universidad de Turín, donde se realizó su funeral y allí donde dictó cátedra por más de cincuenta años. Mientras sonaba el último coro de la Pasión según San Juan, de Bach, se oía: «pido funerales simples, privados y civiles», y recordó que cuando cumplió 90 años se le rindieron homenajes que excedían sus méritos. Siempre se le reconoció la sencillez como una de sus cualidades más notables.

Dentro de los muchos libros publicados por Bobbio, uno de los que generó más comentarios y debates fue Derecha e izquierda. Razones y significados de una distinción política. En una conversación con Vattimo, otro filósofo de vanguardia, Bobbio puntualiza sus conceptos que son ahora bien oportunos en Colombia, cuando la izquierda criolla logró triunfos electorales muy destacados. Dice que examinó muchos criterios para distinguir la izquierda de la derecha y que uno de los más importantes es el tradicionalismo, esto es, la conservación o la reducción de las cosas modificables. El deber de la izquierda es la continua invención y reinvención de las instituciones, como plantea Unger, mientras la derecha tiende a caracterizarse por la defensa de las existentes.

En un planteamiento muy discutible, Bobbio afirma que la sociedad creada por la televisión es una sociedad naturaliter de derecha, por esa razón Berlusconi ganó en Italia. Y a la gran influencia de la televisión le atribuye que en Estados Unidos no se ha formado un movimiento de izquierda, y solo exista una izquierda de elite.

En el diálogo Bobbio termina recalcando que el punto de la igualdad es el más discriminante entre derecha e izquierda. Todos saben que los hombres son iguales o distintos, según el aspecto que se mire, pero la izquierda considera más la igualdad que la diversidad, mientras la derecha hace lo contrario. La derecha es ese conjunto de opiniones, de estados de ánimo para los que la desigualdad no es un mal. Llamo ´de derecha´ el considerar la diversidad del mundo y consecuentemente las desigualdades, como un bien, y la homogenización progresiva del mundo predicada por el discurso igualitario, como un mal, anota Bobbio citando a Alain Benoist, un gran teórico francés de la nueva derecha.

La característica de la derecha no es la pura aceptación pasiva de la desigualdad como un mal, sino el aceptarla precisamente porque en el fondo no es un mal, sino que, al contrario, ayuda al desarrollo de la sociedad. También cita un liberal como Stephen Holmes, quien sostiene que la derecha nunca considera la desigualdad de riqueza como un mal social inaceptable, sino como consecuencia de los distintos talentos: los superiores merecen compensaciones superiores. Eso es lo que hace funcionar la economía de mercado.

La diferencia está entre quien experimenta sufrimiento frente a la desigualdad y quien no, y considera que por el contrario ella produce bienestar y por lo tanto tiene que ser mantenida. Ese es el núcleo fundamental de lo que es la izquierda y lo que es la derecha, concluye Bobbio

CODA. «La derecha redujo la libertad a la libertad económica. Considero que a la libertad se le han puesto muchos límites y que la política tiene que prevalecer sobre la economía» Norberto Bobbio